
Lausanne (NdG) – Los detalles en torno a la investigación de la desaparición y posible homicidio de las gemelas suizas Alessia y Livia continúan formando un rompecabezas en el que faltan piezas y que la policía intenta resolver.
La policía en suiza busca el paradero de maletas y bolsas grandes que desaparecieron de la casa del hombre en Saint-Sulpice, cerca a Lausanne aumentando así la especulación de que allí hubiese podido esconder los cuerpos de las niñas.
Además, la policía suiza dice que la investigación se concentra en éstos momentos en dos rutas en particular: la de Córcega, y la que Matthias Schepp y sus hijas hicieron entre Suiza y Marsella en Francia.
Ésta última es de peculiar importancia porque poco se conoce de lo que el hombre hizo durante el trayecto.

Para poder establecer o eliminar posibles rutas que el hombre hubiese podido tomar, la policía suiza pide una vez más que los testigos que hayan visto un auto tipo break o familiar, marca Audi A6 con placas suizas en Córcega a principios de febrero, se lo notifique de inmediato a las autoridades.
Parte del problema, aseguran los investigadores, es que los testigos pueden haber confundido los dos autos complicando así la investigación.
«Aunque no existe evidencia formal alguna de que las gemelas estaban en el transbordador de regreso de Córcega, esa una pista que aún investigamos» dice el comunicado de prensa.
Además del sur de Francia, Matthias Schepp viajó además por Italia antes de suicidarse arrojándose a las vías del tren cerca a Bari.
No hay conexión con mujer suiza
La policía suiza confirmó, que la teoría que apareció en algunos de medios de prensa, que aseguraban que existía un vínculo entre una joven suiza que desapareció días antes de las gemelas, es falsa.
Katia Iritano, la mujer que desapareció de Montbovon, cantón de Fribourg el 25 de enero, no tuvo ningún contacto con el padre de las niñas aseguran los investigadores de Vaud y Fribourg quienes utilizaron evidencia forense para establecer que no existe tal conexión.
La madre de las niñas, Irina Lucidi dijo esta semana, que su razón de vida es encontrar a sus hijas y que no pierde las esperanzas de encontrarlas vivas, a pesar de que ella recibió una carta póstuma enviada por su marido -a quien le había pedido el divorcio- diciéndole que las niñas habían pasado a «mejor vida y no sufrían más».
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