GINEBRA, Suiza  – No es demasiado tarde para ir al casco antiguo de Ginebra y viajar en el tiempo, digamos unos 400 años.

Cientos de personas que portan armas del siglo 17, vestidos a la usanza de 1600, con banderas y tocando viejas marchas militares toman las calles para la celebración anual de la «Fête de l’Escalade», una celebración de tres días que conmemora la derrota de la Saboya que ocurrió el 11 de diciembre 1602.

La Escalade (que no debe confundirse con la carrera de la Escalade, o marmite) se lleva a cabo cada año, el segundo fin de semana de diciembre.

Fue durante la noche más larga del año, según el calendario juliano, cuando el duque de Saboya y su cuñado, Felipe III de España, lanzaron un ataque nocturno sobre la ciudad-estado independiente de Ginebra.

Cuenta la leyenda que una anciana que habitaba en otrora en la ciudad, le lanzó la sopa hirviendo sobre algunos de los atacantes, y que ese fue el punto de partida de una feroz defensiva de la ciudad (de ahí que se vendan «marmitas» de chocolate a través de la ciudad para la ocasión).

Con una hoguera gigante, caballos, sopa y vino caliente, cientos de participantes y espectadores se reúnen frente a la catedral de San Pedro en la Ciudad Vieja de Ginebra, para recordar los hechos y honrar a los mártires.

El antigüo pasaje Monetier, que usualmennte está cerrado al público durante el año, se abre para la ocasión, lo que permite una mirada poco común sobre el pasado de Ginebra.

El 11 de diciembre, algunas escuelas, barrios y centros comunitarios en Ginebra también celebran la Escalade con desfiles, música, vino y sopa caliente.

Así que vaya hasta el centro, abríguese bien y vaya hasta la plaza de la catedral después de ver el desfile por las calles del centro.

Allí le esperará una hoguera gigante, caballos y baile.

Descargue el programa ahora en francés e inglés de la página web de los organizadores, Compagnie 1602.

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