Suiza (NdG) – «En cierto modo, los suizos son víctimas de la impecable gestión de su economía», dice el catedrático Dr. Charles Wyplosz, del Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales de Ginebra, a la radio NPR de Estados Unidos.

De acuerdo a una entrevista en la radio estadounidense, el valor del franco suizo se ha disparado, aumentado en un 30 por ciento frente al dólar, y en un 16 por ciento frente al euro durante el último año.
¿La razón?
El franco suizo se ha convertido en un popular refugio entre los inversionistas que están preocupados por el futuro del euro y del dólar.
Hay varios factores, dice el economista, Suiza cuenta con un bajo nivel de deuda externa, un bajo desempleo, y quizás lo más importante, el país no utiliza el euro.
Y aunque hay beneficios para el país y sus residentes, por ejemplo, las importaciones son ahora mucho más baratas, tanto así que los supermercados y otras tiendas han rebajado sus artículos.
Pareciese una buena cosa el que el franco aumente, sin embargo el problema radica en que los productos suizos son, en medio de la economía actual, prohibitivos para el resto del mundo -son ahora dos o tres veces más caros que antes, lo que afecta las exportaciones.
Por ejemplo, el Grupo Swatch anunció que perdió 12% de sus ganancias, mientras que Nestlé dice que el aumento del franco les ha costado miles de millones.
Así como las grandes corporaciones, la economía suiza es altamente dependiente de las exportaciones.
Suiza está tratando de luchar contra la valorización del franco reduciendo las tasas de interés, lo que haría del país un lugar menos atractivo para los inversionistas extranjeros.
Hasta ahora, sin embargo, han tenido un éxito limitado. Los inversionistas siguen comprando francos suizos de manera exorbitante, destruyendo de alguna manera lo que más les atrae en primer lugar: la economía del país.
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