GINEBRA, Suiza – Las procesiones del Viernes Santo en Suiza no son tan majestuosas como las que nuestro comentarista Antonio García nos cuenta que ocurren en España -y en otras partes del mundo católico- sin embargo, hay algunas que bien valen la pena mencionar.
Las Dolientes de Romont

La ceremonia inicia a eso de las 15:00 en la pequeña ciudad de Romont, una villita medieval incrustada en lo alto de un valle en el cantón de Friburgo, a poco más de una hora de Ginebra en tren, o menos desde Lausanne.
En la pequeña iglesia del pueblo se hace la lectura de la Pasión de Cristo. Cuando se menciona la procesión funeral, las dolientes y religiosos salen de la iglesia e inician las 14 estaciones de la cruz.
Siete de las primeras estaciones se encuentran alrededor de la iglesia donde se amontonan los asistentes.
El cortejo lo componen el cargador de la cruz y 20 mujeres dolientes, todos sus rostros cubiertos, portando el látigo, la corona de espinas y la mortaja entre otros.


El recorrido fuera de la iglesia no es largo, 20 minutos a lo sumo, pero su solemnidad y belleza son un regalo para quienes asisten.
Después de visitar las estaciones de la cruz situadas afuera de la iglesia, el séquito de plañideras regresan a la iglesia donde inicia la misa de Viernes Santo.
Al acabar la misa, varios sacerdotes ofrecen oraciones individuales o asesoramiento privado a los asistentes.

A lo largo de la ceremonia, y mientras haya alguien en la iglesia, las pleureuses permanecen inmóvil en el atrio de la iglesia, sin nunca revelar sus rostros.
Para más información sobre la procesión y como llegar allí, pulse aquí.
Video de la procesión
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