Más de 100 investigadores intentan esclarecer los detalles de los abusos que el hombre dice haber cometido en los hospitales, centros y hogares para personas discapacitadas en los que trabajó durante décadas.

La mayoría de casos de abuso ocurrieron durante la noche cuando él era el único trabajador en guardia aunque otros casos ocurrían cuando él se encargaba de bañar a los pacientes o darles otro tipo de cuidados íntimos.

Algunos de los abusos cometidos fueron grabados en video por el hombre aunque las autoridades no creen que hayan sido publicados en Internet.

La policía de Berna está a cargo de investigar los casos aún cuando estos ocurrieron en varios cantones incluyendo Argovia y Appenzell así como en el sur de Alemania.

La mayoría de sus víctimas fueron niños y hombres aunque el acusado también admitió haber abusado a mujeres. Su último abuso, dice el hombre, fue un niño de tan sólo un año de edad, al parecer hijo de una empleada de uno de estos centros.

El hombre admitió que a veces abusaba sexualmente varias veces en un mismo día a la misma persona y que se cambiaba de ropa a menudo para que nadie notase lo que hacía.

En una ocasión una niña de 13 años denunció que el hombre la había abusado, pero debido a que la menor no puede hablar ni expresarse bien, la investigación en su contra no progresó.

Esta vez, dos de sus víctimas le contaron a sus familias que habían «tenido relaciones sexuales» con el acusado; éstas a su vez alertaron a los directores de los albergues quienes acudieron a las autoridades.

Debido a que el número de casos potenciales podría aumentar, las autoridades han puesto una línea telefónica a disposición del público la mayor parte del día: +41 (0) 31 634 3434.

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