Desde España, nos llega una contribución de Antonio García, con un saludo de Nochebuena y Navidad muy oportuno en estos tiempos de refugiados.
Una estrofa me hizo pensar, y dice así:
Dejaron atrás casa y tierra, navegando a la deriva,
ante una violencia que aterra y es desgracia colectiva.
Cuán cizaña, crece hostil el rechazo al extranjero
y lo instiga cerril, quien teme menguará su fuero.
Y quizás, ésta aún más:
En Belén, Jesús nació, él también fue forastero
Un pesebre lo acogió, «No hay sitio», dijo el posadero.
Aquí el saludo completo:
La critica se centra en primer lugar en España cuya política de acogida ha sido más bien decepcionante y se extiende a la Unión Europea sin una política de acogida clara y unificada que ante la crisis de los refugiados ha producido un «sálvese quien pueda» produciendo acciones unilaterales con escaso consenso y contrarias a los principios que la Unión Europea dice promover.
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muy ilustrativo el poema…
es de suponer que no se referira SUIZA que a todos –,y desde tiempos inmemorables a sido y es tierra de acojida
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En realidad Suiza acoge poco… a pesar de su riqueza 😦
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